A la mañana siguiente, todavía con signos de la resaca posterior a la tarde de domingo que pasamos apostando en una pelea de gallos, camiseta betis 2022 23 salimos por la mañana desde León en un colectivo hacia Managua por un precio irrisorio -no más de 2 camiseta de la juventus dólares-. Llevaba varios meses sin pisar un cine y la sensación que tuve después de salir de la sala fue realmente extraña.